D. gray man es un manga al que le tengo mucho cariño. Empecé a leerlo cuando tenía unos diez años, recuerdo que iba a una de las bibliotecas de Palma y me llevaba el mayor número de tomos posibles. La obra me enganchó bastante pero como en la biblioteca no estaban todos los tomos tuve que aguantarme y dejar de leerlo. Años más tarde retomé el manga desde el principio y sin duda es mi favorito junto a Tokyo Ghoul. Dicho esto empecemos con la review.
La historia que se nos cuenta no es nada nuevo, es una lucha entre el bien y el mal, qué novedad, no? Y cómo no hay dos facciones, la Iglesia Católica y La familia Noé liderada por el Conde Milenario. Hasta aquí tenemos dos clichés como una casa. Si bien el fuerte de D. Gray Man no es la trama principal, lo primero que nos fijamos cuando leemos las primeras hojas es ese tono oscura tan característico y único que nos ofrece la autora. Como decía, aunque la trama no sea el punto fuerte, D. Gray Man destaca por sus personajes y cómo los trabaja y profundiza en ellos, cada uno tiene su conflicto personal y dicho conflicto repercute a la trama principal. Los personajes secundarios no son simples personajes que están ahí unos episodios y luego mueren o parten en un viaje para cumplir con sus sueños o cualquier excusa barata para haber metido un poco de relleno, mientras leía realmente me preocupaba y me encariñaba con ellos y aunque no haya ninguna muerte si que hay momentos de tensión en los que te preocupas por ese personaje que tanto te gusta. Otro punto fuerte que tienen los personajes es la evolución que sin duda es muy vasta ya que ,como he mencionado antes, los conflictos de los personajes repercuten en la trama y en cómo avanza.
Sin duda D. Gray Man es un manga de lo más entretenido con el que podremos distraernos un rato largo. Es una lástima que no pueda decir mucho más de él porque lo terminé hace ya tiempo (sí, se que el manga no ha terminado, pero lo que hay de manga lo he terminado) y tendría que volver a leérmelo y así refrescar la memoria. En fin, D. Gray Man, una obra de arte y punto.
La historia que se nos cuenta no es nada nuevo, es una lucha entre el bien y el mal, qué novedad, no? Y cómo no hay dos facciones, la Iglesia Católica y La familia Noé liderada por el Conde Milenario. Hasta aquí tenemos dos clichés como una casa. Si bien el fuerte de D. Gray Man no es la trama principal, lo primero que nos fijamos cuando leemos las primeras hojas es ese tono oscura tan característico y único que nos ofrece la autora. Como decía, aunque la trama no sea el punto fuerte, D. Gray Man destaca por sus personajes y cómo los trabaja y profundiza en ellos, cada uno tiene su conflicto personal y dicho conflicto repercute a la trama principal. Los personajes secundarios no son simples personajes que están ahí unos episodios y luego mueren o parten en un viaje para cumplir con sus sueños o cualquier excusa barata para haber metido un poco de relleno, mientras leía realmente me preocupaba y me encariñaba con ellos y aunque no haya ninguna muerte si que hay momentos de tensión en los que te preocupas por ese personaje que tanto te gusta. Otro punto fuerte que tienen los personajes es la evolución que sin duda es muy vasta ya que ,como he mencionado antes, los conflictos de los personajes repercuten en la trama y en cómo avanza.
Sin duda D. Gray Man es un manga de lo más entretenido con el que podremos distraernos un rato largo. Es una lástima que no pueda decir mucho más de él porque lo terminé hace ya tiempo (sí, se que el manga no ha terminado, pero lo que hay de manga lo he terminado) y tendría que volver a leérmelo y así refrescar la memoria. En fin, D. Gray Man, una obra de arte y punto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario